martes, 1 de marzo de 2011

¡Estoy tan desesperanzada, tan deprimida, tan sin identidad! Me propongo estudiar, pero mi cabeza no procesa lo que estoy leyendo. No estoy cansada ya que dormí toda la tarde, con "X" jamás volví a hablar y ni siquiera lo recuerdo.
Tal vez estoy triste porque no tengo vida, porque llega el fin de semana y mi mejor plan es quedarme en la computadora o viendo películas de terror comiendo chocolate. Tengo ganas de llorar y estoy muy sensible, tan triste y deprimida como si hubiera vuelvo a tener noticias de él. Ya no lo pienso y ver su casa cuando paso por ahi no tiene efecto en mi. La mayoría de las veces sólo paso y les hago fuck you a las casas, las miro por inercia. Alguna que otra vez de mi emerge un insulto como una burbuja desde el océano, pero parece perderse entre los motores.
Soy una persona que desechó su pasado, que evita tener un presente y prohíbe cualquier futuro (sin vida no se puede estar). Tengo que encontrar una causa, una estrategia, un fin. Tengo que encontrar mi "para qué".
¿Pensaron que el señor "equis" iba a portarse bien? ¿Que iba a seguir mis comandos? No iba a hacerlo, no puede hacerlo, no sabe cómo se hace. No puede: su naturaleza, su cuerpo, su sangre, toda su hombría grita: "¡soy mal tipo!" Eso le enseñaron, es lo que sabe hacer, es lo que, queramos o no, me gustó de él. Su obstinación, su terquedad, todo lo que para la gente son tremendos defectos son para mi las más maravillosas virtudes, porque nunca pude ser como él, aunque estaba empezando a parecerme. Aprendería a sobrevivir en la jungla, donde él era el león y yo un bambi desprotegido.

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