viernes, 27 de marzo de 2009

AHOGO + FALSEDAD


AHOGO + FALSEDAD
El ahogo de la mentira, los nervios del silencio, morderme la lengua, callar y no decir nada. Hablo mucho, a veces no digo nada, pero mentir, nunca, no soy capaz de mentir, soy incapaz de mentir. No decir algo es lo mismo que mentir, no? Si hago algo y no lo cuento es como decir que no lo he hecho. Hay cosas que son íntimas y personales y no tengo por qué contarlas, es mi vida, nadie tiene que meterse, pero cuando sabemos que hay alguien que debe saber algo y no lo decimos, ¿qué ocurre? ¿mentimos?, el silencio de la mentira, el ruido de la verdad. Gritar, insultar, maldecir, esas cosas que se devuelven ante la sinceridad, porque hay demasiadas personas que no saben evaluar la importancia de una sinceridad ante el mal que se ha producido. Sinceridad que no me corresponde pero en la que me encuentro implicada, ¿se lo cuento? ¿se lo digo? ¿ser valiente? Hay amistades que no me importan mucho, otras me importan demasiado, tanto en un caso como en el otro, la mentira no es parte de ellas. Si no me importa perder a alguien, ¿para qué mentirle? Si me importa, nada que me importe se puede sostener sobre una mentira, o sobre falsas creencias.Siempre exijo sinceridad respecto a mí, pero ¿y mi sinceridad hacia los demás? ¿Siempre soy sincera? yo creo que si, suelo tener todas las cartas en la mesa, pero ¿si esa sinceridad no me compete? ¿qué hago entonces? El principio de la sinceridad me choca con no meterme en la vida de la gente, incluso viéndome implicada no me meto en la vida de los demás, de igual modo que no me gusta que se metan en mi vida.¿Qué querría yo entonces? Sinceridad por parte de la persona a la que le corresponde, para poder ser objetiva y poder decidir con toda la información, sin mentiras