martes, 14 de diciembre de 2010

sodiconocsed (de derecha a izquierda)

No sos el mismo, te siento tan raro, como un desconocido... Yo tampoco soy la misma que fui hace dos días, hace tres meses, hace un año. Por lo tanto, no hay nada a que volver. Tengo que cerrar la puerta, darle vuelta a la página, cerrar el círculo. Ni yo voy a ser la misma, ni el entorno que voy a regresar va a ser igual, porque en la vida nada se queda quieto, nada es estático. Por salud mental, por amor a mi misma (poco debo decir) tengo que desprender lo que ya no está en mi vida. Pero nadie me enseñó cómo.
Es díficil que de un día para el otro esa persona a la que tanto quería (perdón: quiero) ya no este más a mi lado. Siento esa extraña sensación de levantarme, mirar el celular, y preparar un lindo mensaje para mandarle. Cuando estoy por hacerlo, me doy cuenta de como estan las cosas. "Qué mensaje ni mensaje!" dirían mis amigos, esque no entienden mi necesidad de saber de su persona, de si está bien, de si rindió bien sus materias, de si necesita de una persona para escucharlo, para ayudarlo.
Pero bueno, las cosas obviamente no son asi. Yo estoy sola, él con lo suyo, mas bien las suyas, y tengo que cortar de una buena vez este ciclo de malas vibras en mi vida.
Me siento una estúpida escribiendo estas cosas, ni siquiera se porqué lo hago. Esa extraña y repentina necesidad de volcar todas estas palabras a mi blog, que más bien es una especie de diario para mi. Es como que acá destrullo todo sentimiento de verguenza, de impotencia, de vulnerabilidad. Acá es el único lugar donde me puedo expresar y nadie me juzga. Por eso hoy, acá en este blog, confieso que te extraño. Quiero que todo vuelva desde un principio... Hola. Me llamo Can, encantada.

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